Al estar en el agua, los nadadores no tienen la sensación de estar sudando y puede que tampoco tengan sed, por lo que a menudo no se dan cuenta de la necesidad de beber durante el entrenamiento y de prestar atención a la hidratación. A pesar de que no tener aparentemente esa necesidad, el organismo sigue perdiendo líquidos y es, por tanto, necesaria su ingesta.

Los nadadores, al estar en contacto con el agua, no tienen la impresión de estar sudando pero esto no quiere decir que no pierdan líquidos durante la actividad. Mantener el equilibrio de fluidos a través de su ingesta ayuda a mantener el rendimiento deportivo, disminuyendo el incremento del latido cardiaco y el aumento de la temperatura corporal, mejorando el volumen del latido y el flujo sanguíneo de la piel, favoreciendo el almacenamiento de glucógeno, etc.

Probablemente, la hidratación sea uno de los factores más importantes a la hora de mantener un alto nivel en el rendimiento deportivo durante cualquier tipo de ejercicio, por lo que, en las actividades acuáticas no tendría por qué ser diferente.

A lo largo de la vida cotidiana se pierden líquidos como consecuencia de los distintos procesos que tienen lugar en el organismo. Si a esto se le suma la realización de ejercicio, los requerimientos de líquidos crecerán.

Existen varias modalidades donde se practica la natación, desde la natación de fondo hasta natación en deportes como el Ironman o triatlón, que solo suponen una parte de la prueba. No todas requieren el mismo esfuerzo por lo que tampoco exigirán el mismo programa de hidratación.

Una buena estrategia de hidratación es medir las pérdidas habituales de líquidos durante los entrenamientos, pesándose antes y después y añadir la diferencia del fluido que se ha consumido. De este modo se puede obtener un cálculo aproximado de lo que se debería ingerir a lo largo de la prueba.

Una correcta hidratación no depende solo del momento en el que se realiza la competición. Antes de la misma, el deportista debe contar con un estado óptimo de hidratación, sobre todo en algunos casos como podría ser triatlón de “distancia olímpica”, en la que el trayecto de natación es de 1500 metros, o “Sprint” 750 metros a nado en los que apenas da tiempo para reponer fluidos durante este periodo.

Por otro lado, en deportes como Ironman, travesías o largas distancias, sí se recurre a bebidas isotónicas, geles y otros alimentos durante el trayecto a nado, que bien pueden ser llevados por el deportista o adquirirse de los avituallamientos que ofrecen los barcos.

Es importante beber unos 500 ml cada 30 minutos aproximadamente, tanto de agua como bebidas deportivas. Las bebidas deportivas ayudarán a la reposición de electrolitos del organismo ante pérdidas importantes. Hay que tener en cuenta que esto es una generalidad, ya que si queremos afinar al máximo debemos contar con la ayuda de un profesional de la dietética y la nutrición deportiva.

Yudit Martin

Yudit Martín Díaz

Técnico superior en dietética. Curso de nutrición deportiva avanzada. Jueza de triatlón. Prácticas de técnico superior en laboratorio análisis alimentario Canatec 35. Prácticas de nutrición deportiva avanzada en Health Space.

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