Caminar con diligencia o correr sin tino, aquí tienes dos cuestiones que te pongo sobre la mesa y que te pido que elijas para ponerte en forma, o vamos a llamarlo por otro nombre, mejorar tu salud a través de un aumento de tus niveles de actividad física diaria. ¿Cuál elegirías? Si dudas, te comprendo, primero habría que definir qué significa cada una. Caminar con diligencia es lo que en otros contextos “más serios” que esta entrada se denomina “Power Walking” o “caminata potente o fuerte” para que nos entendamos. En ella se pone especial atención a la “calidad” de la marcha, con espalda firme, actitud erguida, paso firme, faja lumbo-abdominal conscientemente activada y buena alineación segmentaria. Durante los siguientes estadios, cada uno de estos recursos se debe dosificar eficaz y eficientemente hasta alcanzar cotas de marcha cada vez más veloces, próximas en algunos casos a lo que fuera correr, momento donde entre pisada y pisada ambos pies no tocan el suelo (tiempo de vuelo) pero sin llegar a ello. Son innumerables sus beneficios y debemos ponerlos en valor.
– https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/31066999
Los profesionales en diferentes momentos de la programación y la planificación del “Power Walking” usarán diferentes estrategias para ir aumentando progresivamente la intensidad, como alterar la pendiente de la marcha, la velocidad o incluso incluyendo elementos que aumenten el peso corporal o la complejidad coordinativa. Todo ello provocando una fatiga percibida por el usuario que oscilará entre el 6 y el 8 en una escala de 1 a 10, hablando grosso modo.
Ahora bien, hablemos de lo que sería correr sin tino, no verás lecturas serias a este respecto ya que es un término propio que uso cada vez que miro y veo a muchos “runners” por la calle. Correr sin tino supone no coordinar adecuadamente brazos y piernas, no estabilizar al tronco para ir en una flexión extrema (súper chepa) mirando al suelo, o por el contrario ir como atravesado por una estaca con la barbilla tan alta que sólo vez las nubes, o con las rodillas hacia adentro en un valgo patológico tan acentuado que a cada paso menisco medial y ligamento lateral interno estallan mecánicamente, talonando de tal manera y con tal exceso de presión en las rodillas que necesitarán 7 días de reposo absoluto para bajar la inflamación.
– https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4169618/
A estas alturas deberíamos saber o llegar a entender que esto de la industria del “fitness” no está exenta de modas, productos, o negocios exprés que buscan estimular nuestro impulso consumista en pro de vender el humo aquel de que, corriendo, te pondrás en forma más rápidamente que con cualquier otra estrategia…y sin pagar ningún peaje a cambio, ahí es nada. Eso sí, gastando cantidades ingentes de dinero en gadgets, ropa flúor y zapas de más de 100€. Hasta novelistas o políticos escriben libros y textos acerca de lo maravilloso que es correr y de cómo han alcanzado el Nirvana, no importa de qué manera, persona sedentaria, con sobrepeso o sin ningún tipo de chequeo médico previo, no importa, ponte a correr…dicen.
Pues pudiendo hacerlo, pero teniendo nuestro particular código ético y sabiendo que el sedentarismo mata más que la mala praxis deportiva, no podemos dejar que nuestros médicos traumatólogos y fisioterapeutas estén tan desbordados y ocupados con lo que a priori se puede solucionar velozmente con una buena dosificación del estímulo de entrenamiento. Debemos ponernos en forma para correr y no correr para ponernos en forma. Debemos acondicionar todas las estructuras músculo esqueléticas implicadas, antes de hacer pasar a nuestras articulaciones y tejidos por presiones que pueden triplicar nuestro peso corporal en cada paso de carrera, para muestra, un botón:
– https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3925193/
Así, dejando de ser sedentarios podemos garantizar una adherencia mayor al programa de entrenamiento y recoger todos los beneficios de la práctica deportiva sin tener que abandonarla porque “te duele” o porque “te lesiona” alejándonos de estadísticas como las que se publican en las siguientes investigaciones:
– https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4473093/
– https://bmcmusculoskeletdisord.biomedcentral.com/articles/10.1186/1471-2474-8-24
Isaac Rojas Rivero
(Colegiado núm. 54452)