Este verano nos ha deparado una de esas sorpresas en forma de reto apasionantes. Gladys Socas, entrenadora nacional de atletismo y una de los personas más conocidos en el atletismo canario por su trayectoria de muchos años, contactaba con nosotros para ponerse en nuestras manos. Hace tres meses fue intervenida por rotura del labrum, tras el periodo de rehabilitación, ha querido que la ayudemos en su proceso de readaptación para poder volver a correr.
Gladys es de esas personas que a lo largo de su trayectoria ha derribado muros con su trabajo diario para que los que amamos este deporte del atletismo nos encontremos un terreno más llano y con mejores recursos. Por lo tanto, a la responsabilidad habitual que sentimos en Health Space con cada cliente, en el caso de Gladys se añade un sentimiento de deuda que lo hace muy especial. Queremos que Gladys vuelva a correr.
El Labrum cumple la importante misión de estabilizar la cabeza femoral en la cadera (Si estás interesado en conocer más sobre esta lesión, en este enlace puedes encontrarla). La rotura de labrum se produce como consecuencia de muchos años de duro entrenamiento en diferentes disciplinas, especialmente el atletismo, pero Gladys también ha sido bailarina y siempre ha estado ligada al mundo del deporte.
La intervención fue realizada en el mes de mayo. Tras el proceso de rehabilitación, Gladys consiguió recuperar la movilidad en un rango óptimo y andar de manera autónoma y ligera, aunque sigue teniendo límites en la movilidad y sobre todo, aun remite molestias y dolor en algunos movimientos, por lo que hemos ido planteando objetivos parciales con mucha prudencia.
El primer objetivo que nos planteamos fue realizar trabajo de movilidad de la extremidad contra resistencia de gomas, para evitar adherencias de los tejidos. Trabajamos la movilidad articular sin grandes amplitudes (abducción, extensión). Comenzamos a tonificar con más carga cuádriceps, glúteo mayor, glúteo medio y aductores. Tras las primeras semanas y viendo la evolución positiva del trabajo, añadimos también la tonificación del psoas, el trabajo propioceptivo con carga unipodal, progresando desde nivel 0 (el suelo) antes de subir a Gladys a elementos que generan inestabilidad.
El siguiente paso fue continuar con la tonificación muscular, pero aumentando la carga. Aparece aquí el trabajo de sentadillas, evolucionando a partir de distintos niveles de asistencia. En esta fase ya nos centramos en conseguir un equilibrio muscular y estabilidad articular de la cadera como paso previo a retomar la marcha y la carrera.
Tras la última visita de Gladys al traumatólogo, las noticias son formidables. Todo marcha correctamente e incluso ya la han autorizado a empezar a correr suavemente sobre superficie blanda. Y todos sabemos que esto para un atleta es la vida. Estas semanas la sonrisa de Gladys iluminaba todo el estudio de entrenamiento en Health Space.