Cada vez somos más los futbolistas aficionados que nos negamos a abandonar el deporte que nos apasiona y que en la mayoría de los casos llevamos practicando desde niños. En este artículo os propongo algunas reflexiones sobre los errores más habituales con el fin de practicarlo sin poner en riesgo nuestra salud.
A lo largo de las próximas líneas trataré de señalar los errores más frecuentes en la práctica del fútbol aficionado, con la intención de ayudar a todos los “futboleros” a seguir disfrutando de este deporte poniendo lo menos posible en riesgo su salud y su integridad física; ya sea en cualquiera de los, cada vez más frecuentes, torneos para aficionados o en el partidillo con los amigos.
Realizar actividad física intensa sin conocer nuestro verdadero estado de salud
Desde el Comité Científico de la Federación Internacional de Medicina del Deporte (FIMS) se establece la necesidad de realizar una valoración médico-deportiva en toda persona mayor de 35 años que inicie o reemprenda una actividad física de competición o incluso de tipo lúdica. La importancia de realizar dicha valoración reside en la necesidad de descartar cualquier tipo de patología cardiaca que pueda poner en riesgo nuestra salud e incluso nuestra vida durante la práctica de nuestro deporte favorito, algo demasiado importante como para tomárnoslo a la ligera.
Para ello, podemos recurrir a centros especializados como el Hospital San Juan de Dios en Tenerife, donde en la Unidad de Atención Integral al Deporte cuentan con todos los medios materiales y humanos para realizar una completa revisión pre-participación deportiva.
No realizar otra actividad física más que el partido semanal
Debemos de ser conscientes de que estamos aumentando en gran medida las posibilidades de sufrir una lesión, más aún con el paso de los años. Estamos hablando de personas que se podrían considerar sedentarias practicando un deporte de cooperación-oposición de alta intensidad, donde ya sea por nuestro ego, nuestro espíritu competitivo o por nuestra memoria de exdeportistas, solemos tratar de rebasar nuestras limitaciones físicas. Lo recomendable sería prepararnos medianamente para esta práctica deportiva con la realización de actividad física dos o tres días a la semana, fundamentalmente con un trabajo de fuerza y propiocepción para aumentar nuestro tono muscular y mejorar la estabilidad de nuestras articulaciones.
No tener en cuenta la edad de los participantes
A nadie se le ocurre poner a competir a un alevín con un cadete por razones obvias, sin embargo si que es normal en un torneo de aficionados ver a un chaval de 18 años frente a un señor de 50. Afortunadamente la mayoría de torneos van subsanando este error y van creando diferentes categorías en función de la edad, permitiendo enfrentarse a jugadores de similares características, lo que facilita disfrutar del juego a todos los participantes.
Realizar un mal calentamiento, o directamente no realizarlo
Desde muy pequeños, ya sea en el colegio en la clase de Educación Física o el entrenador de cualquier modalidad deportiva, nos han enseñado la importancia de realizar un correcto calentamiento previo a la práctica deportiva para evitar lesiones. Sin embargo esta idea, que estoy seguro todos tenemos asumida, seguimos sin tomárnosla en serio.
Salir del vestuario y empezar a hacer tiros a portería no es un buen calentamiento. Sin embargo creo que es el más frecuente durante los partidos de fútbol aficionado. Esta idea se me quedó bien grabada en la memoria cuando yo era un niño gracias a un entrenador que nos enseñó las secuelas que le había dejado una tremenda rotura de fibras en forma de un socavón en su cuádriceps precisamente por eso.
No utilizar espinilleras
El fútbol es un deporte de contacto, un contacto que se traduce frecuentemente con el impacto a alta velocidad de botas con tacos contra piernas desnudas. Al contrario de lo que pasa en deportes como el fútbol americano donde cuentan con todo tipo de protecciones, en el fútbol solo contamos con la limitada protección de las espinilleras. No hacer uso de ellas por simple comodidad me parece una auténtica temeridad, por muy aficionado que sea el nivel en el que juguemos o que lo hagamos rodeados de amigos. Cualquier lance del juego puede suponer un fuerte impacto y conllevar una fuerte herida o fractura, sin que necesariamente haya mala intención del adversario.
Mala elección del calzado
A la hora de elegir nuestras botas generalmente solemos fijarnos en dos aspectos: el precio y el diseño (el color, que sean como las de Messi… Sin embargo, en lo que más nos deberíamos fijar es en el tipo de tacos que vamos a usar teniendo en cuenta la superficie en la que vamos a jugar.
Malentender la función del deporte como liberador de tensiones
La gran mayoría de los futbolistas aficionados vemos en el partidillo del fin de semana un espacio en el que poder desconectar de las tensiones del día a día relacionándonos con amigos practicando nuestro deporte favorito. Hasta aquí todo bien. El problema surge cuando se malentiende esto y se convierte en un espacio en el que dar rienda suelta a nuestra agresividad, ya sea de manera verbal (contra árbitros, adversarios o incluso compañeros) o aún peor, de manera física (entradas a destiempo, tanganas, etc.)
Tenemos que ser conscientes de que esto se trata de un hobby y que debemos de respetar la integridad física de los demás participantes, como claramente expresa una de las frases más repetida cada fin de semana en los partidos entre futbolistas aficionados: “Eh cuidado, que el lunes tengo que ir a trabajar”.
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No realizar estiramientos al finalizar la actividad
Aunque desde el punto de vista del rendimiento es un tema que sigue generando controversia, al no existir un claro consenso sobre el efecto que tiene el estiramiento pasivo posterior a la actividad física a la contractibilidad de la fibras musculares, desde el punto de vista del futbolista aficionado si que no dudo en recomendarlo, simplemente por su efecto demostrado como liberador de endorfinas (nos hace sentirnos bien) y más aún si podemos realizarlos junto a otros compañeros mientras comentamos lo sucedido en el partido (si no siempre para esto nos quedará la cantina).
Descuidar la higiene posterior al partido
Desafortunadamente los vestuarios de la gran mayoría de los campos de fútbol no destacan por su cuidada higiene. Son un espacio compartido por un gran número de personas a lo largo del fin de semana (muchas veces usado de forma desconsiderada) y sin un adecuado mantenimiento. Por eso es muy importante que a la hora de preparar nuestro bolso para el partido no falten la toalla y las cholas, tratando de evitar cualquier tipo de contagio.
¿Se te ocurre algún otro error que hayas detectado en ti mismo o en tu grupo de amigos y compañeros?