Durante la práctica de cualquier actividad física debemos orientar el ejercicio hacia tres aspectos fundamentales: el ocio, la mejora de nuestra salud y la prevención de cualquier tipo de lesiones o patologías asociadas al sedentarismo. En este artículo vamos a incidir especialmente en los tres aspectos que más influyen en la prevención de lesiones durante la práctica de ejercicio físico.
- El calentamiento: Consiste en entrenar de manera muy relajada durante varios minutos, antes de comenzar nuestra sesión de ejercicios más intensa. Nuestro organismo debe subir la temperatura muscular antes de comenzar la práctica del ejercicio, al menos hasta los 38º C, para conseguir aumentar su viscoelasticidad y poder mejorar la fuerza y la resistencia a diversas lesiones.
- El estiramiento: No previene la lesión pero si que nos ayuda a mejorar el rendimiento, elongando el músculo y aumentando nuestros rangos de movimiento. El estiramiento nunca se debe realizar sin haber hecho previamente ejercicios de movilidad articular y un pequeño calentamiento. Ningún estiramiento se debe mantener más allá del umbral del dolor más de 10 segundos dado que puede provocar lesiones severas.
- El enfriamiento: También llamado vuelta a la calma, no es otra cosa que un descenso progresivo de la intensidad de trabajo hasta la parada total. Es muy importante porque nos previene de posibles mareos o hasta de un posible síncope. El enfriamiento además nos ayuda a ir disminuyendo los niveles de acidez de nuestra sangre y a mantener los niveles de circulación elevados, lo cual facilitará nuestra recuperación.